El ejemplo del NO profesional

Martín Arévalo, actual columnista de Boca y encargado de cubrir a la selección Argentina en el programa Estudio Fútbol, es uno de los periodistas deportivos más criticados dentro y fuera del ambiente. Su mala fama se debe a como tergiversa el rol del periodista en los medios, creando afinidad con sus entrevistados (por ejemplo Maradona), y tirando bombas de humo, sin información que las apañen.

            Tal vez, el hecho más conocido por la sociedad fue la “pelea” que se produjo entre el periodista y Juan Román Riquelme en plena conferencia de prensa. Corría el año 2010, el año del Mundial, y Riquelme se había auto bajado de la selección, cuando se enteró que Diego Maradona sería el técnico de la albiceleste. Arévalo, al que se lo conoce por su gran relación con Maradona, salió al cruce de Riquelme queriéndolo increpar por haber abandonado al equipo, en antesala a las eliminatoria. (acá te dejo el link de la pelea).

            El señor Arévalo, quien a pesar de su juventud, hace varios años participa activamente en los programas de Tyc Sports, es catalogado como uno de los peores periodistas deportivos de la actualidad. No solo por lo sucedido con Riquelme, sino también por sus interminables cruces mediáticos con Horacio Pagani, o su pasividad a la hora de entrevistar íconos del deporte argentino.

            El ejemplo que este periodista da a los que recién empiezan no es digno de descararse, un profesional puede tener algún laso de amistad con sus entrevistados, pero nunca se debe olvidar que debe ser objetivo. El periodista tiene la obligación de transmitir la verdad con fundamentos, de ser imparcial y de tener los conocimientos necesarios para desarrollar la profesión.